Meditacion


El verdadero conocimiento, la sabiduría, ocurre a través de la conciencia; no por acumular información sino por sufrir una transformación. La conciencia es una transformación radical, naces de nuevo.
Normalmente vives en un estado adormilado. Eres mínimamente consciente, solo un uno por ciento o ni siquiera eso. Es suficiente para tus actividades diarias, es suficiente para ganarte tu pan, conseguir un techo y tener niños y una familia. Es suficiente para eso, pero no puedes hacer más. El noventa y nueve por ciento de ti no es más que oscuridad. No obstante, toda esa oscuridad se puede cambiar, puedes estar lleno de luz. Entonces conocerás la intensidad de vivir, el intenso éxtasis de vivir.

A partir de ese momento piensa en la conciencia como una cuestión de vida o muerte. de hecho, es una cuestión de vida y muerte. sin conciencia simplemente estás muriendo cada día; con la conciencia comienzas a vivir por primera vez, y entonces la vida no hace más que hacerse cada vez más grande, cada vez más vasta.

Un día es tan abundante que no solo tu estás vivo, todo el que se hacerque a ti, cobra vida. También comienzas a trasmitir algo de mágia a los demás, comienzas a rebosar de vida, de amor, de luz. Ese es el estado del Buda, del Cristo, del hombre sabio, de la mujer sabia.

OSHO.

domingo, 27 de marzo de 2011

El árbol de la vida

El ADN Humano es como el de un árbol.
         Cuando plantas una semilla, qué ocurre?, qué nace primero?. Las RAÍCES. La semilla entra en la tierra (La Madre) y se alimenta, cada vez entra más profundo, con gran suavidad logra penetrar hasta en los terrenos más duros, más densos, y sigue penetrando en la tierra, alimentandose. A su vez crece el tronco, cuanto más profunda es su raíz, más fuerte crecerá el tronco. De un modo natural, mientras sólo se alimenta fielmente a través de sus raíces, irán brotando ramas, hojas y comenzará a disfrutar también conscientemente de la luz del sol (el padre). Una vez ahí, unidas la fuerza de la tierra, madre y la fuerza del sol, padre, comenzará a dar frutos. 
Un árbol de raíz débil está condenado a perecer. A partirse con el viento. A caer. Un ábol sin raíz está desolado.
          Somos cómo un árbol y nuestras raíces nos dan la estabilidad emocional que necesitamos. De nuestros pies, de nuestra zona genital, brotan las raíces que nos conectan con la madre Tierra, la madre que nos da TODO. Son raíces luminosas que llegan hasta el sol central del interior de la tierra y suben hasta nuestro corazón. La Madre tiene en su interior un nucleo solar que alimenta a toda forma de vida que en ella existe, la protege, la cuida.
           La clave para crecer, para encotrarnos a nosotros mismos es encontrar nuestra manifestación en la Madre Tierra, en entrar hacia adentro. Una semilla que no echa raíces, no se manifiesta. Queda latente, dormida. Como aun la mayoría de la humanidad. Cuando crece una gran raíz todo lo demás, brota sólo. En la quietud del árbol.
           Si quieres crecer, imita al árbol. Si quieres ser sólido imita la suavidad de las raíces del árbol. Son suaves como el viento y penetran en todas partes.
       Aun no queda ahí, un árbol no está solo. Cuando tu árbol esté fuerte, crea más árboles a tu alrededor, riega los campos y deja crecer plantas, flores, frutos.
Deja que de tu árbol broten miles de hojas, flores y frutos. Comparte tus raíces con otros árboles.
Siente a tu lado, hay otro árbol, grande, robusto,
como tu.
Únete a él. Funde tus raíces, tu tronco, abraza sus ramas, comparte sus frutos, los tuyos.
Ahora sé sólo AMOR.

Alcanzarás lugares impensables para la razón.
Dignos del corazón.


TRuth.